Por fin al aire libre.

Pauririn caminaba por la orilla, seguida de Rin. Nunca había estado en la playa y ahora estaba allí y además con una muy grata compañía, la vampiresa que acababa de conocer en la habitación 69.

Está hermosa la luna, como siempre...

-Tienes razon... Es hermosa, tanto que mi mirada no se puede apartar de lela- Responde observando fijamente a la luna.

La luna me trae muchos recuerdos, suelo ser muy nostálgica.

Se le notaba la pena en los ojos. De verdad esos amargos recuerdos la hacían sentir mal. Odiaba ser así de nostálgica.

-¿Te sientes triste? ¿Quieres contarme? -Pregunta con la preocupacion grabada en sus ojos.

Lo que pasa es que me han lastimado mucho... los humanos son seres desagradables...

La miró directamente a los ojos, notando su preocupación.