Hora de travesuras

Iba pasando por un lugar extraño, de donde provenían gritos.-esto se parece al infierno- pensó, pero de pronto se dió cuenta que los gritos iban acompañados de risas, demasiadas risas.- Si aquí esta gente se divierte entonces yo podré hacer muchas cosas entretenidas....jejejejeje
Entró a aquel lugar y comenzó a mirar a su alrededor para saber en donde comenzar con sus travesuras.

Teiko paseaba por el parque. Estaba acostumbrada a estar sola, así que no le importaba estarlo en los juegos. El sol estaba horriblemente intenso, y la obligó a comprarse un helado. Ahora podría pasear más cómodamente...

decidió eperar impacientemente una "víctima", y entonces la vio. Una inocente y solitaria chica se paseaba comiendo un helado que al parecer era de su agrado. Sonrió maquiavelicamente para sí y avanzó lentamente, tratando de elegir cuál seria la mejor forma de fastidiarla.

Seguía comiendo. Aquel helado era malditamente delicioso... y eterno. Llevaba unos 5 minutos comiéndolo, y aún no bajaba de la mitad. Lo miró un momento, esperando encontrar algunos rastros de que el helado se haya derretido, pero nada. Entonces se dio cuenta que su nuevo hechizo congelante que había lanzado sobre este funcionaba. Feliz, siguió comiendolo.

Miró el suelo como suplicando por una buena idea y justo allí frente a ella apareció la respuesta a sus suplicas. Un prominente, oloroso y café surullo de perro yacía frente a sus ojos. Sacó una bolsa de su bolsillo y usándola como guante tomo el pedazo de m*€rd@. Cuidadosamente escaló un arbol y escondiéndose detrás de las ramas lo lanzó con tan buena puntería que desplazó a la bola de helado de su cono y quedó ocupando su lugar. Aguantando la risa esperó para ver que sucedía.

Se quedó mirando una mariposa volando justo frente a ella. Creyó que sería de buena suerte, pero al seguir comiendo su helado se dio cuenta que en verdad, esos son mitos sin argumentos... Un sabor desconocido y bastante repugnante invadió su boca. Y recién en ese momento se percató de que aquello en el cono, no era una bola de helado... Un bola de heces fecales de perro.
Lanzó lo que antes era un maravilloso helado por lo aires y se fue al basurero más cercao a vaciar el contenido de su estómago.
-"En qué momento..."*Hurl*(sonido de arcadas)

Contempló la esena doblándose de la risa- jajajajaja!!...Si será tonta! jajajajajaa!- de tanto reir le vino hipo y las contracciones de su cuerpo se volvieron más fuertes- jajajajajaja!!!!! comió popó de perro jajajajajajaaj!- de pronto sintió un ruido, como si algo se estuviera quebrando, debido al adormecimiento de su cuerpo con la risa no alcanzó a reaccionar cuando la rama en la que estaba sentada se rompió. Cayó desde una altura de más o menos 4 metros sobre su espalda, su rostro recobró al seriedad- Debo recordar afirmarme de los árboles....¬¬

Sintió cómo algo se rompía y luego un estruendoso ruido. Dejó el basurero de lado, su curiosidad era mayor que el asco. Se acercó a ver, y tirada en el suelo había una chica de aproximadamente su edad. Se acercó a ella para tratar de ayudarla.
-¿Estás bien? -Se dió cuenta que debajo suyo habían ramas y hojas delñ árbol que estaba sobre ellas.- ¿Qué hacías sobre el árbol? ¬¬U

-Emm... Etto...me gusta escalar...SI! escalar...y lo que pasa es que había un pequeño pajarito, si un pichoncito que se iba a caer de la ramita esa- apuntó timidamente a la copa del árbol. Trató de levantarse torpemente y comenzó a sacudirse las hojas y los restos de madera que tenía en el pelo.

-Mmm... puede que digas eso... Pero creo que es dificil que una persona haga eso. No creo que seas cualquier buena persona... ¡Creo que eres una que tiene poco cerebro! *sigh* (suspiro) ¿A quién se le ocurre escalar un árbol tan alto y tratar de salvar un pájaro? ¬¬U

-¿Poco cerebro? Si tan sólo supiera que a mi se me ocurrió cambiarle la bola de helado jajaja- no pudo evitar sonreir cuando la miró a los ojos- Si, tienes razón puede que haya sido un poco tonto lo que hice..pero ahora el pajarito está a salvo...mmm..etto..me tengo que ir- y salió corriendo de ahí riéndose a carcajadas.